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Agua y COVID-19: jóvenes de América Latina y el Caribe en acción

Las personas menores de 30 años son agentes que poseen conocimientos, creatividad y potencial, y pueden hacer importantes contribuciones durante esta crisis, en particular en el sector del agua

El acceso al agua impacta profundamente en la vida de los 630 millones de habitantes de América Latina y el Caribe, que representan alrededor de una décima parte de la población mundial (1). Las comunidades indígenas componen el 8,5% de esta población. La región posee más de un tercio de la reserva de agua dulce del planeta, sin embargo, los recursos hídricos están distribuidos de manera desigual tanto entre países como dentro de fronteras, y también a través del tiempo. El cambio climático añade nuevos desafíos a esta situación. Mejorar y garantizar el acceso al agua potable son prioridades para que en la región nadie se quede atrás, compromiso de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que se está implementando a nivel mundial.

Pero lavarse las manos con agua limpia y confiable para prevenir la transmisión de la enfermedad COVID-19 continúa siendo un gran desafío en la región de ALC. Muchas comunidades son afectadas por sequias, otras por cuestiones de polución de los recursos hídricos o simplemente no tienen acceso al agua por motivos económicos, sociales o ambientales. Y en esta encrucijada ¿cuál es el rol de la juventud?

América Latina y el Caribe tiene un estimado de 165 millones de personas de entre 10 y 24 años, siendo joven una de cada cuatro personas (2). Sin dudas, son una parte importante de la población que se verá afectado directa o indirectamente por la pandemia, incluso por las contracciones económicas y los cierres de los centros educativos. Pero no solamente son un grupo importante en número. Los jóvenes son agentes que poseen conocimientos, creatividad y potencial, y pueden hacer importantes contribuciones durante esta crisis, en particular en el sector del agua. La juventud está conectada a través de la tecnología, medios de comunicación e Internet, y este conocimiento es vital para la supervivencia, para mantenerse al día con la información y apoyar a la comunidad en general. Los jóvenes pueden involucrarse como asociados en la coproducción, aplicación y difusión de conocimiento que puede utilizarse para mitigar riesgos durante el brote del COVID-19 y apoyar al sector del agua a sortear sus impactos.

 

(1) Da Rosa Alexandre Meira; (2018) Nature Conservancy; Infraestructura verde para una región sedienta: seguridad del agua en América Latina y el Caribe

(2) 165 millones de razones: un llamado a la inversión en adolescentes y jóvenes en América Latina y el Caribe. UNFPA (2019) página 7

El agua en América Latina y el Caribe

Las dificultades de acceso al agua en región se hacen más evidentes durante la pandemia y sus consecuencias son sentidas por muchas comunidades.

Vladimir Arana, miembro de la Secretaría Internacional del Agua, señala que la pandemia ha puesto en evidencia una serie de situaciones disfuncionales: Las familias han incrementado el consumo de agua potable, las fuentes de agua se han limitado o están en desaparición, y se ha notado la falta de recursos financieros y humanos. Como consecuencia de la paralización de actividades necesaria para garantizar en distanciamiento físico, existe un mayor racionamiento agua, y algunas empresas de agua potable y saneamiento han debido detener sus actividades. El confinamiento ha mermado la capacidad de desarrollo de proyectos públicos y de desarrollo humano, exponiendo a las comunidades a una mayor vulnerabilidad.

  • Sistema de vigilancia y control sanitario del agua de consumo humano
  • Vigilancia intradomiciliaria
  • Agua y saneamiento
  • Agua segura en los hospitales, escuelas, mercados, etc.
  • Producción de cloro en las escuelas
  • Monitoreo de agua envasada por los jóvenes

Al igual que en grandes partes del planeta, los pueblos nativos han estado divididos a lo largo de la historia, minimizando su poder pero no sus conocimientos. En esta época de pandemia, el pueblo indígena Mapuche recuerda que el agua puede ser vista como un ser vivo. Es importante escuchar las historias de los pueblos originarios sobre el agua, recuperar esa información y su visión. El agua, como parte de los humanos y la naturaleza, genera emociones positivas.

Los desafíos son ahora, y las acciones también. Muchas iniciativas están pasando al terreno gracias al empuje de jóvenes de toda la región. Ya sea retomando el conocimiento ancestral, utilizando las últimas tecnologías o trabajando codo a codo con las comunidades, se han comprometido con creatividad para ayudar a enfrentar y superar esta crisis y mejorar el futuro