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Conservar aprovechando: Las Reservas de la Biosfera de la UNESCO en el sureste de México
Por Rosa María Mascareño González
A través del “Programa de acompañamiento para el desarrollo sostenible en la ruta del Tren Maya: fortalecimiento y salvaguardia del patrimonio cultural y natural”, la Oficina de la UNESCO en México vela por el fomento de un desarrollo sostenible centrado en las personas, que parta del reconocimiento y valoración de las culturas locales, así́ como el manejo sostenible de la biodiversidad, en concordancia con la Agenda 2030 e integrando otros programas internacionales emblemáticos de la UNESCO, tales como el Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) y su Red Mundial de Reservas de la Biosfera (RMRB).
Las Reservas de la Biosfera de la UNESCO
El Programa del Hombre y la Biosfera (MAB) se creó en 1971 con una visión: promover una conexión sostenible entre las personas y la naturaleza. Al evolucionar, la idea original se materializó en la designación de Reservas de Biosfera, laboratorios vivientes que impulsan soluciones basadas en la naturaleza para el desarrollo sostenible.
Ya sean ecosistemas terrestres y/o marítimos, las RB se caracterizan por ser sitios que hospedan a comunidades humanas, quienes viven de actividades económicas sostenibles sin poner en peligro el valor ecológico del sitio (UNESCO, 2016). El territorio en el que se proyecta la ruta del Tren Maya alberga cinco de estos sitios de excelencia para el ensayo y la demostración de métodos de conservación y desarrollo sostenible a escala regional:
- Reserva de Biosfera de Calakmul, Campeche
- Ría Celestún, Yucatán
- Sian Ka’an, Quintana Roo
- Banco Chinchorro, Quintana Roo
- Isla de Cozumel, Quintana Roo
Las Reservas de la Biosfera comprenden una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo plazo; unas o varias zonas de amortiguamiento; una zona de transición donde las autoridades públicas, las comunidades locales y las empresas fomenten y practiquen formas de explotación sostenible de los recursos (UNESCO, 2016). Dentro de este esquema, cumplen tres funciones básicas, iguales y mutuamente complementarias:
- Conservación: conservación de la diversidad natural y biocultural.
- Desarrollo: apoyo al desarrollo económico y social sostenible y la diversidad cultural.
- Apoyo logístico: apoyo y promoción de proyectos modelo, capacitación y educación para el desarrollo sustentable, investigación y monitoreo vinculados a la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible a nivel local, teniendo en cuenta las escalas nacional y global.
Algunas de estas RB del territorio maya resguardan sitios con otros reconocimientos internacionales: lugares reconocidos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO por su Valor Universal Excepcional (VUE), aquellos que por su importancia cultural y/o natural tan extraordinaria trascienden las fronteras nacionales y cobran importancia para las generaciones presentes y venideras de toda la humanidad; humedales de importancia internacional reconocidos por la Convención de Ramsar; sitios considerados
guardianes de las reservas del carbono azul del planeta; incluso se está trabajando la propuesta para reconocer a la Milpa Maya como patrimonio agrícola mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Estos reconocimientos múltiples destacan aún más la importancia de este territorio particular y ofrecen la posibilidad de establecer sinergias entre diferentes programas de la UNESCO.
La península de Yucatán es referente mundial por sus praderas marinas, las marismas y los manglares, considerados ecosistemas de “carbono azul” por sus beneficios como sumideros de carbono de la biosfera, al capturar y almacenar considerables cantidades de carbono de la atmósfera y los océanos, contribuyen en gran medida a mitigar el cambio climático. En este sentido, su degradación puede liberar miles de toneladas de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera y los océanos y contribuir con ello al calentamiento global (UNESCO, 2020).
De los 50 lugares marinos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial hasta 2020, 21 han sido reconocidos específicamente por sus ecosistemas de carbono azul. Sian Ka’an se posiciona en el lugar 14 con 112, 640 ha de superficie, además forma parte de los seis lugares que representan el 98% de la superficie total de manglares de los lugares del Patrimonio Mundial Marino (UNESCO, 2020).
Ecosistemas como el de Sian Ka’an son esenciales para la biodiversidad marina y terrestre ya que una gran variedad de especies terrestres utiliza los manglares, asímismo los ecosistemas de carbono azul fomentan las pesquerías debido a que son zonas de cría de peces y proveedoras de alimentos y sustentan las redes alimentarias costeras con inclusión de los arrecifes de coral, los cuales aportan una contribución considerable a los medios de subsistencia y a las prácticas y valores culturales de las comunidades locales y tradicionales que viven en las Reservas de Biosfera.
Modalidades de conservación comunitaria
Algunas comunidades residentes y vecinas de RB o Áreas Naturales Protegidas, conscientes de la urgencia por conservarlas y aprovechar sus recursos de manera responsable, adoptan mecanismos de gestión como las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC). En México, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) incorpora estos instrumentos que promueven la participación directa de las comunidades en la gestión ambiental. Las ADVC se consideran sitios productivos dedicados a una función de interés público, ya que proveen servicios ambientales, contienen y salvaguardan diversas especies de flora y fauna, contribuyen en la representatividad y conectividad ecológica entre las ANP, promueven la cultura de la conservación y el desarrollo sostenible, entre particulares, pueblos indígenas y asociaciones civiles.
Algunos ejidos del municipio de Calakmul han optado por la adopción de esta categoría de protección. Esta certificación otorgada por la CONANP propicia la creación de modelos sostenibles de gestión territorial y uso del suelo, los cuales contribuyen a la conservación de la Reserva de la Biosfera.
Tabla 1. Reservas de la Biosfera UNESCO dentro de la ruta del TM. Elaboración propia con información de UNESCO y CONANP.
Reservas de la Biosfera UNESCO dentro de la ruta del TM
Nombre
Año de designación
Otras designaciones UNESCO
Ubicación
Superficie total
Superficie marina
Bosques tropicales protegidos de Calakmul
Designación: 1993
Extensión: 2006
Estado: Campeche
Municipios: Calakmul, Hopelchen
1,371,766 ha
0
Río Celestún
2004
Estados: Campeche, Yucatán
Municipios: Calkini, Celestun, Maxcanu, Hunucma, Halacho
60,348 ha
19,555.76 ha
Sian Ka'an
1986
Sitio del Patrimonio Mundial (1987) -
Estado: Quintana Roo
Municipios: Felipe Carrillo Puerto, Solidaridad, Bacalar
528,148 ha
153,135.79 ha
Banco Chinchorro
2006
Sitio RAMSAR (2004)
Lista indicativa de la UNESCO
Estado: Quintana Roo
Municipio: Frente a las costas de Othón P. Blanco
144,360.00 ha
143,774.21 ha
Isla Cozumel
2016
Estado: Quintana Roo
Municipio: Cozumel
134,623.73 ha
1) 32,095.96 ha
2)11,905.60 ha
Estos modelos tienen la finalidad de asegurar el aprovechamiento responsable de los recursos naturales, reducir la vulnerabilidad de la sociedad y de los ecosistemas frente a los efectos del cambio climático, mantener e incrementar los sumideros de carbono y garantizar la conectividad ecológica entre ecosistemas terrestres, además de las áreas protegidas. Las prácticas productivas tradicionales, basadas en el conocimiento ecológico de las comunidades mayas, son ejemplos de modelos de conservación en la Península de Yucatán.
Restauración y manejo: Los tolchés, el fundo legal de los mayas y el roza-tumba-quema
Los tolches1 son bandas de vegetación arbórea de alrededor de 20 metros de ancho, se ubican a lo largo de ríos y caminos. El fundo legal son franjas más extensas que los tolchés, de aproximadamente 2 km de ancho, estas permanecen alrededor de las poblaciones mayas, han sido respetadas, restauradas y mantenidas por los habitantes de la región para la protección de lagunas, apiarios, milpas, ríos y cenotes (CONACyT, 2021). El tolché también funge como infraestructura y fuente de aprovisionamiento, delimita el paisaje, proporciona sombra y espacios de descanso, produce leña, fruta y materiales de construcción.
Los bosques tropicales de la península de Yucatán han sido domesticados por la cultura maya mediante la adaptación de prácticas como el de roza-tumba-quema. Esta actividad se mantiene, en particular en la RB de Calakmul, gracias a una característica distintiva de la selva, la capacidad de las especies leñosas de restablecerse y propagarse a partir de rebrotes que persisten a este sistema agroforestal tradicional (Zúñiga, 2021).
La caza, recolección de leña, apicultura y meliponicultura se realizan tanto en la milpa como en las áreas bajo restauración de las selvas (Toledo, 2008). Estas manifestaciones del conocimiento ecológico y las prácticas productivas tradicionales forman parte de la herencia cultural inmaterial en el territorio maya, son parte de la interacción entre seres humanos y naturaleza desde hace más de dos mil años, y fueron clave en la denominación del sitio como bien mixto en la Lista del Patrimonio Mundial.
Las aguadas
Otro atributo de la selva maya, aprovechado desde tiempos remotos, son las aguadas, su importancia radica en ser la única fuente de agua para varios grupos humanos, al grado que cerca de 100 comunidades del municipio de Calakmul dependen de ellas para sus actividades cotidianas. Además, las aguadas son indispensables para la sobrevivencia de fauna silvestre. Estudios revelan que en Calakmul hay una cada 9.3 km2 y cada año varias permanecen secas. Las aguadas son pequeñas lagunas con un patrón impredecible de agua, aun así, son los sitios más buscados por varias especies como hocofaisanes, tapires y pecarís labios blancos que necesitan mantenerse cerca de ellas durante la época de secas para beber, refrescarse y quitarse parásitos (Hurtado, 2019).
Las aguadas pueden considerarse una de las piezas más importantes del paisaje en Calakmul para la conservación de la biodiversidad, además de sus servicios ecosistémicos, son laboratorios de conocimiento para la observación y registro de fauna silvestre.
“Conservar produciendo, respetando el conocimiento tradicional, la organización local, el trabajo colectivo entre los pobladores, los investigadores y el gobierno, es hacer que las Reservas de la Biosfera, como Calakmul, sigan siendo selvas humanizadas, selvas milagrosas”. (Zúñiga, 2021)
MAB en México
Desde los inicios del programa MAB, México ha sido protagonista gracias al aporte de conocimientos de grandes personajes. En 2021, la Red Mundial de Reservas de Biosfera se une en su diversidad para homenajear a quienes han dado forma al programa durante 50 años.
UNESCO México aprovecha este espacio para reconocer los trabajos de Gonzalo Halffter Salas, Arturo Gómez Pompa y Sergio Guevara, pioneros en la formación del MAB y en el establecimiento de las primeras reservas de la biosfera bajo la “modalidad mexicana de reservas de la biosfera”; siempre promotores en la búsqueda de una vida más armoniosa en cada uno de los ecosistemas del mundo.
La modalidad mexicana revolucionó la concepción de las Áreas Naturales Protegidas al considerarlas, además de espacios de conservación, sitios naturales de investigación y capacitación del personal científico de alto nivel, que contemplan y alientan la posibilidad de experimentar actividades productivas que sean sostenibles, armónicas con la biodiversidad y que se desarrollen en beneficio de las poblaciones locales (Halffter, 2015).
Las zonas de transición de las Reservas de Biosfera en el sureste mexicano resultan en oportunidades para el Programa de acompañamiento para el desarrollo sostenible en la ruta del Tren Maya: fortalecimiento y salvaguardia del patrimonio cultural y natural, pues es justo en estas fracciones del territorio donde las autoridades públicas, las comunidades locales y las empresas tienen un espacio abierto para fomentar y poner en práctica estrategias que pongan al centro a las personas y a la naturaleza, donde es más viable conservar aprovechando.
Referencias:
- CONACyT. Rehabilitan la selva lacandona con técnicas tradicionales. El Colegio de la Frontera Sur. Conacyt. Recuperado en mayo de 2021 de https://centrosconacyt.mx/objeto/rehabilitar-la-selva-lacand...
- Halffter, G., Tinoco, C., Iñiguez, L., Ortega, R. 2015. Las Áreas Naturales Protegidas y la Investigación Científica en México. Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C. La Paz, México.
- Hurtado, R. 2019. Aguadas de Calakmul. Santuarios de vida silvestre. Ecofronteras, 2019, vol. 23, núm. 66,pp. 9-12.
- Toledo, V., Barrera, N., García, E., Alarcón, P. 2008. Uso múltiple y Biodiversidad entre los mayas yucatecos (México). Interciencia. 2008, vol. 33, núm. 5, pp.345-352.
- UNESCO. 2016. Plan de Acción de Lima para el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO y su Red Mundial de Reservas de Biosfera (2016-2025). Congreso Mundial de Reservas de Biosfera el 17 de marzo de 2016, y aprobado por la 28° Reunión del CIC del MAB el 19 de marzo de 2016, Lima, Perú.
- UNESCO. 2020. Patrimonio Mundial Marino de la UNESCO: Guardianes de las reservas de carbono azul del planeta. París, Francia.
- Zúñiga, J. 2021. Una selva milagrosa o una selva humanizada. Trenificado. Recuperado el 24 de marzo de 2021 de: https://www.trenificado.org/post/una-selva-milagrosa-o-una-s...
