Scientific diver during the Monaco Explorations campaign in the Malpelo Fauna and Flora Sanctuary (Colombia)

Historia

Cuatro países van a crear la mayor reserva de biosfera marina transfronteriza del planeta

En noviembre de 2021, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), los presidentes de Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá firmaron una declaración por la que se comprometieron a ampliar el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, con vistas a crear una zona protegida conexa que enlazara las respectivas reservas marinas de sus países.

Esa zona alberga cuatro sitios marinos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: el Santuario de Flora y Fauna de Malpelo (Colombia); el Parque Nacional Isla del Coco (Costa Rica); el Parque Nacional y la Reserva Marina de las Galápagos, que es parte de la Reserva de Biosfera de las Galápagos (Ecuador); y el Parque Nacional de Coiba (Panamá).

He aquí el nuevo lenguaje de la conservación mundial de la naturaleza. Nunca se vio antes que países con fronteras marítimas conexas se agruparan para adoptar una política pública conjunta de conservación del medio ambiente.

El Ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, Gustavo Manrique, declaró a la prensa en esa conferencia.

Con la firma de esta declaración por parte de los cuatro países interesados se ha iniciado un proceso de conexión de sus áreas marinas que, en última instancia, culminará con la creación de la mayor reserva de biosfera marina transfronteriza del planeta entre el archipiélago de las Galápagos y las islas de Malpelo, Coco y Coiba. Por intermedio de la UNESCO, España está prestando apoyo a esta importante iniciativa.

Las aguas del Pacífico Este Tropical albergan 160 especies endémicas catalogadas de animales marinos migratorios. Con su ampliación, el corredor marino va a ser el de mayor extensión y riqueza biológica del mundo.

Además, un corredor de más de 500.000 km2 en el que estará prohibida la pesca va a abarcar una ruta migratoria vital para las poblaciones de tortugas marinas, ballenas, tiburones y mantas rayas que habían disminuido drásticamente en el presente siglo. Ese corredor protegerá a todas esas especies marinas contra la pesca ilegal, no declarada y no sostenible.

Los científicos descubrieron ese importante corredor migratorio, situado entre los cuatro sitios naturales del Patrimonio Mundial, rastreando los desplazamientos de los tiburones en la zona interesada. Su descubrimiento estimuló la cooperación entre los países para evitar el declive de las especies marinas que la pueblan.

Ahora que la humanidad busca soluciones al cambio climático, la creación de esta zona protegida la convertirá en un laboratorio de investigación viviente que agrupará a un mayor número de científicos para trabajar juntos en pro de la conservación de los océanos. En un informe publicado en 2021, se señala que los sitios marinos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO cumplen la función de custodios de los mayores ecosistemas del mundo capaces de servir de sumideros oceánicos de carbono azul, lo que hace que su función ecológica sea más valiosa que nunca.

 

UNESCO Marine World Heritage

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