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La acidificación de los oceános se acelera a un ritmo sin precedentes

El fenómeno de acidificación de los océanos, que se está produciendo a un ritmo sin precedentes, es uno de los efectos más preocupantes del cambio climático. La única manera de minimizar los riesgos es reducir drásticamente las emisiones de CO2, según el informe del Tercer Simposio sobre la Acidificación de los Océanos presentado hoy en la Conferencia sobre el Cambio Climático que se celebra en Varsovia (Polonia) del 11 al 22 de noviembre.

Preparado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI), el Comité Científico para la Investigación Oceánica (SCOR) y el Programa Internacional de Geosfera-Biosfera (IGBP), el documento resume las conclusiones de 540 expertos de 37 países y presenta el estado actual de la investigación sobre la acidificación oceánica.

Primera conclusión: desde el principio de la era industrial, los oceános, que absorben casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono que el hombre vierte en la atmósfera, han aumentado su tasa de acidez en un 26%. Así, las aguas marinas absorben cada día 24 millones de toneladas de CO2.

 Si las emisiones de CO2 no se reducen, en 2100 esta tasa habrá aumentado un 170% de aquí a 2100 respecto a los niveles anteriores a la era industrial.

Sin embargo, a medida que aumenta la acidez, disminuye la capacidad de los océanos para tratar el dióxido de carbono emitido a la atmósfera, lo que a su vez disminuye el papel atenuante del cambio climático que desempeñan los océanos. Estos fenómenos se conjugan con otras amenazas para los ecosistemas marinos, como el calentamiento de los océanos, la pesca excesiva y la contaminación y resultan todavía más preocupantes.

Hay organismos como las praderas marinas y algunos fitoplánctones que al parecer pueden resistir a tasas de acidez más elevadas, en tanto que otros, como los corales o los crustáceos, pueden resultar gravemente afectados. Ello podría traducirse en cambios sustanciales de los ecosistemas marinos con consecuencias socieconómicas importantes. De aquí a 2100, los expertos prevén que, si las emisiones de CO2 se mantienen en el nivel actual, el sector de la pesca de mariscos podría conocer pérdidas de 130.000 millones de dólares por año.

           Aunque el conocimiento sobre los efectos CO2 en el mundo marino ha progresado, la día de hoy la ciencia no puede dar proyecciones fiables sobre su impacto ambiental. Substisten numerosos interrogantes, tales como, ¿qué consecuencias tendrá en los ecosistemas marinos?, ¿qué sustituirá a las especies marinas que desaparezcan?, ¿habrá especies capaces de adaptarse?

            Por este motivo, los científicos abogan por el desarrollo de iniciativas que les permitan desarrollar el conocimiento sobre la acidificación, tales como la Red sobre la Acidificación de los Océanos cofundada por la COI o como el Proyecto Internacional de Coordinación sobre el Carbono y el Océano creada por la COI y el SCOR.

También desean que se creen mecanismos internacionales capaces de tratar específicamente la cuestión de la acidificación para que esta cuestión no quede al margen de las negociaciones sobre el cambio climático.

* El Tercer Simposio sobre los Océanos en un mundo con alta tasa de CO2 se celebró en Monterey (Estados Unidos) en septiembre de 2012

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Contacto: Agnès Bardon, Servicio de prensa de la UNESCO. Tel : +33 (0) 1 45 68 17 64, a.bardon(at)unesco.org

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