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La Directora General de la UNESCO expresa su preocupación tras la destrucción del monasterio Deir Mar Elia (San Elías) en Mosul (Iraq)

“Expreso mi más viva preocupación tras la destrucción del monasterio de San Elías. Era el monasterio cristiano más antiguo de Iraq y un valioso testimonio de la rica diversidad cultural y religiosa del país. Ese monasterio fue lugar de culto y meditación durante 1.400 años y su existencia era algo aceptado por gente de todas las confesiones. Su destrucción es un nuevo ataque violento contra el pueblo iraquí y confirma que la población cristiana es objeto de crímenes contra la humanidad y la amplitud que alcanza la limpieza cultural en curso en Iraq”, declaró la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova.

“El cristianismo nació en Oriente Medio y es parte integrante de la historia de Iraq y del pueblo iraquí. Esta destrucción deliberada es un crimen de guerra que no debe permanecer impune. Recuerda también que los extremistas tienen miedo de la historia, porque conocer el pasado borra los pretextos de los que se sirven para justificar sus crímenes, mostrándolos como lo que son: puras expresiones de odio y de ignorancia. A pesar de sus repetidos crímenes, los extremistas no podrán nunca borrar el pasado. La historia de esta región es conocida en todo el mundo y nos recuerda que no existen ‘culturas puras’. La UNESCO sigue dispuesta a proteger el patrimonio de Iraq y a dirigir la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, que contribuye directamente a la financiación del terrorismo”, añadió.

 Según varias fuentes y medios informativos, el monasterio de San Elías fue destruido en 2014, pero su destrucción se ha confirmado recientemente. El monasterio Deir Mar Elia recibe su nombre del monje cristiano asirio San Elías, que lo erigió entre los años 582 y 590 de nuestra era. Durante siglos fue un sitio sagrado para los cristianos de Iraq y un lugar importante para la comunidad católica de Oriente Medio. Además, daba testimonio de la diversidad religiosa en la región, donde durante siglos convivieron poblaciones de diferentes confesiones. A principios de los años 2000 la población cristiana de Iraq era de 1,3 millones de personas; hoy son 300.000.