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Historia

Respuesta de la UNESCO a la crisis mundial de la educación provocada por la COVID-19

En 2020, cuando la pandemia de COVID-19 arrasó el planeta interrumpiendo en su apogeo la escolarización de más de 1.600 millones de alumnos en todos los países del mundo, la UNESCO reaccionó con prontitud creando un nuevo instrumento de cooperación internacional, la Coalición Mundial para la Educación, destinada a encontrar respuestas inventivas que ayudaran a los países a afrontar una crisis de semejante magnitud.

La Coalición, que ha resultado ser una de las alianzas más ambiciosas creadas por la UNESCO en toda su historia, logró agrupar casi de inmediato a unos 150 socios institucionales, desde entidades multilaterales hasta organizaciones del sector privado, de la sociedad civil y sin fines lucrativos, pasando por toda una serie de asociaciones, redes sociales y medios informativos, que ofrecieron sus conocimientos y competencias prácticas para contribuir a la continuidad de los sistemas educativos.

A partir del mes de marzo de 2020, por lo menos 400 millones de alumnos y 12 millones de docentes de 112 países se beneficiaron de la acción llevada a cabo por la Coalición, que hoy en día cuenta ya con más de 175 socios y cuya labor se centra en tres ámbitos: intervenciones en función de la demanda de los países; temáticas docentes, conectividad e igualdad de género; datos, conocimientos y actividades de sensibilización.

Cuatro campañas importantes tienen por objeto, respectivamente: preparar a un millón de jóvenes para que obtengan un empleo; proporcionar a un millón de docentes competencias en materia de enseñanza a distancia; contribuir a que un millón de alumnos reciban cursos de refuerzo en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; y prestar apoyo a cinco millones de niñas de 20 países para hacer efectivo su derecho a la educación.

Los resultados muestran que las intervenciones de la Coalición son diligentes, eficaces y susceptibles de impulsar la obtención de recursos de los que no se suele disponer.

Gracias a la Coalición se está obteniendo la adhesión de nuevos socios, como empresas de telecomunicación, de tecnologías de la educación y de medios informativos, que complementan los esfuerzos realizados por los países para garantizar la continuidad de la enseñanza. Este modelo de colaboración, único en su género, ha sido copiado a nivel nacional, por ejemplo en Perú, donde se ha creado una sección nacional integrada por 42 miembros de diversos sectores de actividad que ya ha puesto en marcha 73 iniciativas de este género.

Es evidente que, hoy en día, la educación necesita todo el apoyo que pueda obtener. El enorme trastorno ocasionado por la COVID-19 no tiene parangón posible y ha ocasionado muy serios daños en la enseñanza. Según un informe conjunto del Banco Mundial, la UNESCO y el UNICEF publicado en diciembre de 2021, la presente generación de alumnos corre el riesgo de perder en ingresos una suma de 17 billones de dólares a su valor presente, o sea alrededor de un 14% del PIB mundial actual, como resultado del cierre de las escuelas y centros docentes.

 

El impacto de los cierres de escuelas en el aprendizaje de los niños muestra una realidad terrible: la pérdida de la mayor parte o de la totalidad del aprendizaje escolar que tenían que haber adquirido los escolares en condiciones normales, siendo los niños pertenecientes a grupos marginales los que más afectados se han visto con gran diferencia. La situación de las niñas, por su parte, reviste una gravedad especial, porque están perdiendo rápidamente la protección que las escuelas y la enseñanza les dispensaban para ofrecerles más oportunidades de bienestar y de mejor vida en el futuro.

Según ese informe, titulado El estado de la crisis educativa mundial – Un camino hacia la recuperación
The state of the global education crisis: a path to recovery
UNESCO
World Bank
United Nations Children's Fund
2021
UNESCO
0000380199

En 2022, la Coalición ha desplazado su centro de atención de la respuesta de emergencia a la COVID-19 hacia la recuperación y fortalecimiento de la resiliencia del sistema educativo. Los socios de la Coalición se están esforzando para ayudar a los países a que puedan realizar las aperturas de las escuelas en condiciones seguras, a que consigan el retorno de todos los escolares a ellas y a que logren organizar una enseñanza eficaz para recuperar el retraso acumulado. Promover la transformación digital es una prioridad esencial para superar las disparidades y elaborar nuevas soluciones que propicien la inclusión y la equidad.