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Transformando oportunidades en realidades a través de la crisis

Presentación de la segunda fase de implementación de los Centros UNESCO-Malala:
Hacia la consolidación de un modelo educativo para jóvenes y mujeres indígenas en zonas rurales de Guatemala.
“Estamos pasando por tiempos difíciles. Espero que esta crisis traiga una vida diferente para todos. Al unir esfuerzos e ideas, podemos desarrollar actividades positivas que podrían ayudar a otros, superaremos esta situación, esto pasará”.
Lucero Mulul, Coordinadora de los Centros UNESCO-Malala

La actual crisis mundial está sacando a la luz y exacerbando las distintas formas de exclusión. Las personas históricamente menos favorecidas, como las niñas y mujeres indígenas, corren el riesgo de no poder continuar con sus procesos de aprendizaje y abandonar la escuela. En marzo de 2020, Guatemala entró en un cierre parcial, como parte de una estrategia preventiva para proteger a la población y reducir el riesgo de contagio.

Tal y como las experiencias anteriores han demostrado, una crisis humanitaria puede afectar a muchas personas, en particular a niñas y jóvenes en situación de pobreza, que corren el riesgo de no volver a la escuela. Por tal razón el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, insta a las sociedades a continuar con acciones y esfuerzos para preparar el camino de sociedades más igualitarias y resilientes, celebrando la diversidad entre los y las estudiantes de todo el mundo. La inclusión educativa debe ser para todas y todos, sin ninguna excepción.

“Es preocupante que muchas personas hayan perdido sus empleos, otras han perdido sus negocios. La violencia doméstica está aumentando, y los niños y adolescentes no pueden ir a la escuela. Todo está paralizado y la situación económica es bastante baja, especialmente para la agricultura y el trabajo informal”.
Sandra Alvarado, Coordinadora de los Centros UNESCO-Malala

Con la convicción y el compromiso de facilitar el derecho a la educación de las niñas y mujeres indígenas, la primera fase de los “Centros UNESCO-Malala para la Educación de las Niñas y Mujeres Indígenas de Guatemala” se implementó con éxito durante el 2018-2019.  Apoyando a más de 600 mujeres indígenas de Totonicapán en el Altiplano Guatemalteco – a través de la apertura de dos Centros UNESCO-Malala en alianza con las municipalidades e instituciones educativas locales-, la primera fase fue una excelente oportunidad para promover el acceso a programas de educación no formal, mientras compartían y expresaban sus ideas con otras mujeres.

Considerando el éxito del modelo para responder a las diferentes necesidades de las mujeres indígenas, además de promover el acceso a los distintos programas de educación no formal ya existentes, el Ministerio de Educación de Guatemala propuso la institucionalización del modelo como parte de una Estrategia Nacional de Expansión de Cobertura, a través de una segunda fase.  Por lo tanto, la consolidación de este modelo, a favor de las jóvenes indígenas, es uno de los principales objetivos de la UNESCO en Guatemala para 2020-2021.

La segunda fase de este proyecto contribuirá a la consolidación y expansión del programa, mientras continúa ofreciendo oportunidades educativas integrales que beneficiarán diferentes áreas de la vida de las mujeres y el desarrollo de sus comunidades. Este proyecto está alineado con los esfuerzos del Gobierno de Guatemala para el alcance de la educación inclusiva y equitativa, y de calidad para todas y todos, además de contribuir con el compromiso nacional de cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente con el ODS 4 de Educación, y el ODS 5 de igualdad de género.

“Mi vida ha cambiado significativamente durante los últimos meses porque estoy acostumbrada a trabajar con grupos de mujeres en la comunidad, ahora solo puedo contactarlas y apoyarlas a través de WhatsApp, y he tenido la oportunidad de visitar algunas de ellas en casa, pero la movilidad está limitada".
Magdalena Cox, Coordinadora de los Centros UNESCO-Malala

La suspensión abrupta de actividades a nivel nacional  condujo al cierre los Centros UNESCO-Malala en Totonicapán; un departamento guatemalteco con una estructura de gobierno municipal distribuida en 48 comunidades indígenas, donde cada alcalde tiene el deber de velar por el bienestar de sus pobladores. Por tal razón, los alcaldes de 48 cantones establecieron un protocolo especial, después de la detección de los primeros casos a nivel nacional, agregando restricciones adicionales de movilidad a nivel municipal.

Mientras el país permanece en alerta, la UNESCO en Guatemala está trabajando en el desarrollo de dos programas de formación a distancia sobre Salud y Bienestar y  Autonomía Económica, que permitirá el acercamiento las beneficiarias a los Centros UNESCO-Malala, y que tienen como propósito apoyar a las participantes en el desarrollo de su resiliencia, tanto desde el punto de vista emocional como productiva. Con este fin, se están desarrollando herramientas y materiales para su implementación inmediata y para cuando se levanten o alivianen las restricciones de movilidad a nivel nacional. De igual forma, se continúa explorando otras alternativas para apoyar a las beneficiarias, tales como la preparación de seminarios a distancia que les permitan continuar con su aprendizaje, así como desarrollar actividades o ingresos adicionales que les permitan salir adelante en estos tiempos difíciles.

“Muchas cosas han cambiado en mi comunidad; el acceso a otras aldeas está restringido, por lo que tenemos que obtener nuestros suministros en los mercados locales, esto ha fortalecido nuestro sentido de comunidad, estamos encontrando formas de apoyarnos mutuamente para evitar las aglomeraciones y cuidar de nuestra gente”.
Dalila Ajpacajá, Coordinadora de los Centros UNESCO-Malala