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Un galardonado con un premio UNESCO transforma el ecosistema tecnológico de las mujeres marginadas de Brasil

Mariel Reyes Milk impartiendo una clase durante un evento de {reprograma}

“Ayudamos a las mujeres que nunca hubieran imaginado que podrían superarse”, declara Mariel Reyes Milk, directora ejecutiva de {reprograma}, uno de los galardonados del Premio UNESCO 2021 de educación de las niñas y las mujeres.

Mariel fundó {reprograma} en 2016 junto con Fernanda Faria y Carla de Bona, con el objetivo de ayudar e instruir a las mujeres marginadas y con ingresos bajos que, normalmente, no hubieran tenido acceso a una formación y a un empleo en el sector tecnológico brasilero que se encuentra en plena expansión.

En apenas cinco años, unas mil mujeres y adolescentes han participado en cursillos personalizados, y otras 9000 fueron sensibilizadas sobre las cuestiones relativas a la acción del programa mediante hackatones y otros eventos técnicos.

Diversificar el sector tecnológico brasilero

“Brasil debe hacer frente a la carencia de programadores. Pero cuando los puestos se encuentran disponibles, la mayoría de los candidatos son hombres, lo que refleja el lugar preponderante que estos ocupan en los programas de formación y puestos de trabajo, así como la creencia cultural de que la tecnología y las STEM [ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas] no están hechas para las mujeres”, explica Mariel.

“He realizado investigaciones, sin encontrar ningún cursillo, programa u otro dispositivo que haya sido desarrollado específicamente para las mujeres –y aún menos para las mujeres marginadas con ingresos bajos– que sea gratuito y que se centre en la posibilidad de encontrar un empleo. Me dije, “esto no está bien”, e iniciamos {reprograma}”, prosigue Mariel.

“Nos centramos en las mujeres negras, en las que consideran que no son blancas o en las transgénero, así como en las desempleadas, fundamentalmente aquellas madres que desean volver a trabajar –todas las mujeres, en realidad, sueñan con cursar estudios en el ámbito de la tecnología, pero nunca han podido hacerlo debido a las barreras sociales o la carencia de oportunidades o de recursos”.

Cursillos y un método pedagógico centrado en las mujeres

El elemento principal de {reprograma} es un cursillo de formación gratuito de 18 semanas, que tiene como objetivo dotar a las participantes de capacidades socioemocionales y no técnicas, tales como la negociación, así como de competencias técnicas necesarias para tener éxito en el ámbito profesional en los sectores de las tecnologías.

“Todo, incluido el lenguaje empleado durante los cursos, los ejercicios y el método pedagógico, ha sido diseñado para despertar el interés de las mujeres y acercarlas a su realidad”, subraya Mariel.

“Como lo sugiere el título del programa, tratamos de reprogramar la forma de pensar de las mujeres, para que crean en sus competencias y habilidades y sepan hacer frente al síndrome del impostor, por ejemplo”.

El éxito del programa radica en gran medida en su proceso de selección. De las 3.000 candidatas de cada promoción, un promedio de unas 240 son aceptadas. “Buscamos realmente mujeres que vayan hasta el final de su iniciativa para alcanzar el éxito, mujeres que tienen un objetivo”, explica Mariel, al indicar que cerca del 90% de las graduadas han encontrado un trabajo en el ámbito de la programación y la codificación.

La tutoría desempeña también un papel esencial, ya que permite que las estudiantes se conozcan e intercambien con las que esperan poder imitarlas. “En nuestra última promoción de adultas, el 70% de las formadoras eran antiguas alumnas”, precisa.

Eliminar los obstáculos a los que deben hacer frente las mujeres transgénero

“En Brasil, la esperanza de vida de las mujeres transgénero es de 35 años, y la mayoría de estas solo puede acceder a trabajos precarios en el sector informal. Este programa les proporciona una trayectoria completamente diferente, así como seguridad personal. Numerosas mujeres pasan de no tener ningún ingreso a un salario correcto, con excelentes perspectivas”, declara Mariel.

La vida de Luiza Araújo, mujer transgénero de 25 años, se transformó completamente gracias a {reprograma}. Después de haber sido cocinera durante varios años para escapar de la prostitución, hoy ocupa un puesto de analista de datos a tiempo completo en una empresa de programas informáticos de São Paolo.

“Como mujer transgénero, el programa fue mi puerta de acceso al sector tecnológico”, afirma Luiza.

Ambiciones de expansión para el futuro

Gracias a los éxitos alcanzados, y al premio UNESCO, {reprograma} prevé desarrollarse, apoyar la creación de una plataforma independiente para contratar estudiantes y elaborar nuevos cursos de programación avanzados.

El programa ya ha llamado la atención de grandes empresas del sector que buscan candidatos cualificados, fundamentalmente Google y Facebook. Y, milagro del momento, había comenzado su transición a la enseñanza en línea poco antes del comienzo de la pandemia de COVID-19, y por esta razón pudo seguir desarrollándose.

“Las mujeres representan la mitad de la población, pero no están lo suficientemente representadas en los espacios en donde se inventan las soluciones a los problemas mundiales. Aportan su propia experiencia, su realidad y su sensibilidad al servicio de lo que crean y, generalmente, sus proyectos se centran en la comunidad, la solución o en atenuar los desafíos sociales y medioambientales a los que la sociedad debe hacer frente, más que en iniciativas de tipo individual”, declara Mariel.

“Son tantas las estudiantes que contratamos en el sector, o las que inician sus propias iniciativas de programación o formación, que ya no transformamos vidas individuales, sino la cultura y el ecosistema tecnológicos en sí mismos. ¡Contribuimos a la diversificación de los algoritmos!

 

Photo: UNESCO/{reprograma}