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Una herramienta de aprendizaje inmersivo de Finlandia recibe el Premio UNESCO de innovación en la educación

En 2005, Ulla Maaria Koivula era una estudiante de doctorado de la Universidad de Helsinki, Finlandia. Su pasión por el arte y la cultura, así como su interés por la tecnología, la inspiraron para elaborar una herramienta que permitía integrar informaciones y enlaces directamente en la imagen. “Estaba fascinada por la vinculación entre los objetos de interés cultural o personal y las informaciones digitales relacionadas con ellos”, recuerda la fundadora y directora de la sociedad de tecnologías de la educación y de los medios de comunicación ThingLink. Cinco años después, con su amiga Janne Jalkanen, reunió a un equipo de ingenieros para concretizar esta idea. Así surgió ThingLink.

Con más de 6 millones de usuarios en la actualidad en todo el mundo, la herramienta digital ThingLink proporciona un medio para mejorar con facilidad el aprendizaje de los niños, fundamentalmente de aquellos que tienen dificultades de aprendizaje. Esta herramienta innovadora fue seleccionada para recibir el Premio UNESCO-Rey Hamad bin Isa Al Khalifa para la Utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Educación

También disponible en forma de aplicación móvil, la herramienta ayuda a los alumnos a implicarse más en el proceso de aprendizaje como participantes de su propia experiencia de aprendizaje. “Añadir materiales a la imagen por conducto de ThingLink es la parte más fácil del proceso, pero como es el alumno quien domina el proceso, esto le da autonomía y hace que participe de forma novedosa”, subraya la directora.

Efectivamente, a la vez que amplía simultáneamente sus capacidades digitales, ThingLink coloca a los alumnos en el lugar de los docentes permitiéndoles que documenten con sus propias palabras una imagen que han seleccionado. Ulla Maaria Koivula explica el proceso: “Un alumno puede utilizar un teléfono o una tableta para fotografiar una planta o un objeto histórico, incluso una foto familiar. En el aula o en la casa, enriquecerá la foto con otras informaciones, por ejemplo, con notas escritas o mensajes vocales para explicar de qué se trata, con fotos en primer plano o diseños de videoclips.” Las diferentes etapas del proceso ayudan a que los niños desarrollen su creatividad y la reflexión crítica, así como el espíritu de equipo. 

La construcción en torno a las imágenes, más que a los textos, hace que el proceso de aprendizaje resulte más atractivo para los alumnos, aunque también proporciona una plataforma de aprendizaje más inclusiva para los niños discapacitados, al facilitarles una amplia gama de posibilidades. “De este modo pueden mirar las imágenes y tocar los iconos que difunden contenidos de audio traducidos automáticamente en sus lenguas”, indica la directora.

La herramienta también puede ser de utilidad para sensibilizar sobre cuestiones relativas a la cultura, a la vez que permite realizar visitas con ayuda de la tecnología de imágenes a 360° y entender mejor los entornos del mundo real, tales como los ecosistemas naturales, las culturas locales o extranjeras, los entornos de trabajo técnico o las situaciones de servicio. ThingLink colabora ya con algunos centros de enseñanza profesional, utilizando esta tecnología con miras a encontrar la manera de dar a los alumnos la posibilidad de pasar más tiempo en un entorno de trabajo sin molestar a los empleados. “Una visita virtual con informaciones sobre los conceptos y el vocabulario fundamentales puede hacer que esto sea posible, y también ayudar a que los docentes ganen tiempo para que puedan llevar a cabo interacciones más interesantes”, añade Ulla Maaria Koivula. 

La sociedad, que cumple dentro de poco diez años de existencia, también desea aprovechar su tecnología para documentar el patrimonio local. “Documentar las prácticas y los conocimientos locales en la nube constituye una nueva forma de entorno de aprendizaje mundial. Es como si se tratara de una escuela virtual mundial construida por los docentes y los alumnos y que esté abierta siempre”, acota Ulla Maaria Koivula.

La fundadora y directora de ThingLink espera que el reconocimiento de su labor por parte de la UNESCO le permita encontrar nuevos colaboradores e incitará a otras mujeres para que imaginen nuevas soluciones a nuevos desafíos a los que el sector de la educación se ve confrontado hoy en día a lo largo de todo el mundo.