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UNESCO presentó informe que evaluó impacto de programa de Cimientos

El informe tomó como referencia a estudiantes del programa Futuros Egresados y demostró la importancia que tiene el desarrollo de habilidades socioemocionales para afrontar el proceso educativo

Basada en las estrategias de apoyo y acompañamiento que la ONG Cimientos Uruguay promueve para incentivar la finalización del ciclo escolar entre los jóvenes en situación de vulnerabilidad e impulsada por la importancia que el desarrollo de las habilidades socioemocionales tiene para estos estudiantes, UNESCO presentó el informe: “Evaluación de impacto y desarrollo de las habilidades socioemocionales de Cimientos Uruguay.

La publicación, que puede verse aquí, surge del trabajo conjunto entre ambas instituciones y tuvo como objetivo estudiar en qué medida las intervenciones de Cimientos permiten la evolución y desarrollo de las competencias socioemocionales.

“La realización de este estudio nos permitió, desde UNESCO, acompañar a Cimientos en toda su labor de contribuir a una educación de calidad, inclusiva, equitativa y para toda la vida. Es también una forma de evidenciar todas las acciones concretas que esperamos pueden contribuir al desarrollo de las políticas de educación”, comentó Zelmira May especialista de Programa para Educación de la oficina de la UNESCO en Montevideo.

En este contexto, la evaluación tomó como referencia a estudiantes del programa Futuros Egresados de Cimientos y demostró la importancia que tiene el desarrollo de estas habilidades para afrontar de manera eficiente el proceso educativo.

“Los resultados de este estudio nos alientan a seguir trabajando para continuar dando respuesta a más jóvenes que desean ser acompañados, por más tiempo. Son también una forma de plasmar el trabajo que realizamos como organización desde hace 10 años en Uruguay”, señaló Andrea Spolita, directora ejecutiva de Cimientos Uruguay

En base a un abanico de competencias establecidas sobre las que Cimientos trabaja, la publicación demostró que las más desarrolladas e interiorizadas por los estudiantes fueron la organización del trabajo, la autoestima, el fijarse metas y el autocontrol, las que resultaron fundamentales para evitar la deserción del sistema escolar, especialmente en una realidad en donde la virtualidad creció exponencialmente.

“La virtualidad exigió una mayor organización y autonomía, lo que llevó a que muchos jóvenes se desvincularan del sistema educativo. Uno de los principales motivos de esta deserción se debió a que la presencialidad pre pandemia no les enseñó competencias socioemocionales. Los jóvenes no eran capaces de administrar su tiempo, de organizar sus tareas, ni realizar un trabajo autónomo”, expresó Beatriz Macedo, consultora de UNESCO y autora de la evaluación.

De igual manera, la publicación evidenció que a partir del desarrollo de estas competencias los jóvenes lograron fijarse metas, organizar mejor su tiempo y generar un sentimiento de pertenencia con la institución educativa. Además, los estudiantes elevaron su deseo a concurrir a las clases, su intención de superarse y su deseo de culminar el ciclo básico.

El estudio que busca establecer un antecedente de experiencias concretas que puedan servir de ejemplo para el fortalecimiento de políticas y programas, demuestra que gracias al accionar de Cimientos y a la metodología empleada, los jóvenes de sectores vulnerables ingresan al ciclo básico con gran fragilidad y una vez se incorporan al programa Futuros Estudiantes logran robustecerse y desarrollar competencias socioemocionales. Estas no solo repercuten en el sistema educativo sino que también fomentan su desarrollo como ser social, influyendo en el relacionamiento de los adolescentes con su entorno, con su familia, con sus pares, con el centro educativo y fundamentalmente consigo mismo.