Historia

Vidas resilientes, educación transformadora: la historia de María

“Lucho por mi vida” – María Castro Lux, Centros UNESCO-MALALA-MINEDUC
#LaEducaciónTransformaVidas
Seguí estudiando… y así como Malala, que luchó por su vida y por su derecho a la educación, entonces nosotras también como mujeres tenemos que luchar
María Castro Lux, participante Centros UNESCO-MALALA

Para María Castro Lux, una joven madre de tres hijos, pertenecer a uno de los Centros UNESCO-Malala-Mineduc ha significado valorar su autoestima, aprender a emprender y, sobre todo, a ser una mujer luchadora.

La educación impacta profundamente la vida de mujeres como María, quien después de casarse a temprana edad e interrumpir sus estudios de nivel primario, ahora se encuentra cursando el último año del nivel de secundaria básica. María, una orgullosa madre de dos niñas y su pequeño bebé, es una de las lideresas del Centro ubicado en Santa María Chiquimula.

María considera que el hecho de haber formado una familia desde joven no es impedimento para seguir esforzándose por un mejor futuro. ”Ayudo a mis hijas en sus tareas, veo a mi bebé en su crecimiento, porque ya camina, ya habla, reconoce los sonidos de los animales, gracias a que yo estoy al pendiente de su crecimiento”, señala María. Reconoce también que el apoyo de su familia, y en especial de su esposo, ha permitido que continúe con sus estudios.

Estoy apoyando a las mujeres participantes para que sigan adelante, que luchen por sus vidas como yo estoy luchando por mi vida también
María Castro Lux, participante Centros UNESCO-MALALA

El camino recorrido hasta ahora por María no ha sido fácil. Además de cuidar de sus hijos y su familia, así como de continuar con sus estudios del nivel básico, María está comprometida con su comunidad, apoyando como lideresa a uno de los grupos de mujeres en los Centros UNESCO-Malala-Mineduc. Esta responsabilidad la ha llevado a reconocer la importancia y el poder que tiene la educación en transformar la vida de las personas.

Cuando María nos comparte que lucha por su vida, se refiere también a los sacrificios que hace por el bienestar de sus hijos, su familia, las mujeres a quienes lidera y de su comunidad. Las brechas en la educación siguen siendo un gran desafío en las áreas rurales de Guatemala. Por ello, el acompañamiento y apoyo de instituciones aliadas como el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica -IGER- que becó a María para continuar sus estudios, es fundamental para promover el derecho a la educación de las mujeres indígenas.  

El panorama en Santa María Chiquimula y San Andrés Xecul es diferente a como lo era hace tres años cuando inició el proyecto del Fondo Malala de la UNESCO para la educación de las niñas y mujeres indígenas. Las participantes del proyecto, al igual que María Castro, tenían miedo de participar y alzar su voz, de involucrarse en las actividades del proyecto y adquirir nuevos conocimientos, de atreverse a hablar sobre sus necesidades y sus sueños, y crear redes de acompañamiento. Hoy, las mujeres se han empoderado: reconocen y luchan por su derecho a la educación.

Quiero invitar a todas las mujeres, para que luchen por sus vidas, que no dejemos atrás a nadie
María Castro Lux, participante Centros UNESCO-MALALA

Con la implementación de los nuevos talleres sobre Desarrollo Sostenible basado en ciencia: Rutas hacia el Porvenir, María, cree en la posibilidad de tener emprendimientos, de conocer sobre modelos de siembra de semillas y la manera en que ella y las mujeres de su comunidad pueden aprovechar mejor las formaciones ofrecidas por los Centros. Esto gracias también a que María ha participado en los distintos programas de los Centros UNESCO-Malala-Mineduc, sobre Salud y Bienestar y también sobre Autonomía Económica. Programas que ofrecen aprendizajes integrales a las mujeres participantes, quienes, a su vez, se convierten en multiplicadoras del conocimiento.

El fortalecimiento de la Educación para el Desarrollo Sostenible es de gran importancia para la UNESCO. Las oportunidades de educación para todas y todos a lo largo de toda la vida se hacen realidad para mujeres que luchan por un mejor futuro y bienestar para ellas y sus familias, y buscan el desarrollo para sus comunidades. Las más de 900 niñas y mujeres indígenas jóvenes, que han participado durante los últimos tres años en los Centros UNESCO-Malala-Mineduc, se convierten en semillas de esperanza en una tierra llena de ilusiones.