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Finlandia innova mediante un “juego sobre el cambio climático” digital para sensibilizar a los jóvenes sobre la protección del planeta

Un juego digital emocionante que hace que los jóvenes se remonten en el tiempo hasta el año 2044 para hacer frente a los desafíos del cambio climático constituye uno de los medios de los que se vale Finlandia para implicar a los jóvenes en las cuestiones relativas a la educación para el desarrollo sostenible (EDS).

El juego “Possible World” es el componente más reciente del proyecto Ilmari, una colaboración conjunta iniciada en 2003 por Youth Academy, una organización con fines no lucrativos que crea vínculos entre los jóvenes y la sociedad, con Dodo, Amigos de la Tierra Finlandesa y la Liga Finlandesa en favor de la Naturaleza, tres organizaciones medioambientales.

El proyecto Ilmari apoya los proyectos iniciados por los jóvenes sobre diversos temas, a la vez que proporciona herramientas y brinda formaciones para los adultos que trabajan con estos jóvenes. Sus objetivos principales consisten en estimular a los jóvenes para que adopten comportamientos sostenibles en su vida cotidiana y emprendan acciones en común en favor del clima.

El programa sobre el cambio climático se lleva a cabo mediante visitas escolares temáticas realizadas por las escuelas elementales superiores en toda Finlandia. El proyecto forma a jóvenes embajadores del cambio climático, en general, a estudiantes universitarios que asisten a las clases para efectuar visitas y participar en talleres de 90 minutos de duración cuyo objetivo es sensibilizar a los estudiantes en las cuestiones relativas al clima y la sostenibilidad. También elabora herramientas dirigidas a los docentes, entre las que figuran el juego interactivo sobre el clima, dirige un programa de cursillos sobre el clima y organiza una cumbre juvenil anual sobre las cuestiones climáticas.

“En Finlandia, los jóvenes entienden los retos medioambientales. No obstante, deseamos enseñarles que no basta con apagar las luces y organizar acciones colectivas sobre proyectos de alcance internacional”, afirmó Maija Vuorjoki, responsable del proyecto Youth Academy, que ha desempeñado un papel fundamental en la concepción de este juego sobre el cambio climático.

“Realmente tenemos la impresión de que nuestro trabajo consiste en sembrar las semillas y esperamos que muchas puedan germinar. Como organización de primer orden sobre educación medioambiental en el país, los talleres que llevamos a cabo en las aulas representan el eje principal de nuestra labor, pero tenemos excelentes comentarios sobre un juego en el que se combina la ciencia y la historia. Hemos escogido a estudiantes para que desarrollen este juego, que también ha sido pensado para darle oportunidad a los jóvenes de escuelas que se sitúan fuera de las grandes ciudades para que participen.”

Desde su creación, el proyecto ha logrado la participación de más de 60,000 educandos y de 2,000 docentes, y la Youth Academy ha formado a 450 jóvenes embajadores para que visiten las escuelas y brinden cursos sobre el cambio climático, a la vez que ha creado una amplia gama de materiales pedagógicos sobre cuestiones relativas al clima. Cada año, desde 2013, se llevan a cabo cumbres juveniles sobre el clima, y en cada evento han participado 100 alumnos y 30 docentes para concebir y planificar un proyecto climático dirigido a las escuelas.

El proyecto Climate Internship se ha aplicado en 6 ciudades y 17 puestos de trabajo (organizaciones, empresas, oficinas comunitarias) y proporciona cursillos a jóvenes de 13 a 16 años de edad. Los participantes disponen de una plataforma digital que propone tareas centradas en el clima, y la formación exige que trabajen con una “opción climática”. En primer lugar, estudian las medidas que la empresa ya ha tomado con miras a reducir su impacto ecológico, y se plantean qué podría hacerse para mejorar. Durante el proceso, pueden interrogar a los individuos acerca del efecto que determinadas labores tienen sobre el clima y la manera en que se podrían atenuar estos efectos, o para que, simplemente, observen los diferentes aspectos del puesto de trabajo.

Otro proyecto paralelo de Ilmari es el portal electrónico Guía sobre el clima dirigida a los docentes, diseñado, en particular, para proporcionar informaciones sobre el cambio climático enfocadas en cada asignatura de los planes de estudio finlandeses. Pinja Sipari, voluntaria por un periodo prolongado, ha desempeñado un papel determinante en el desarrollo de este portal.   

“Ha sido el resultado de la colaboración de más de 100 profesionales del medio ambiente y del sector educativo, y aunque se ha creado pensando en los planes de estudio finlandeses, puede adaptarse fácilmente a las necesidades de otros países”, explicó.

“Algunas escuelas consideran siempre que el cambio climático es un fenómeno científico natural y debemos decirles a los jóvenes que se trata de un ‘problema de comportamiento’ y explicar las causas y repercusiones a nivel mundial”.

Al estudiar los sentimientos e impresiones que se tienen sobre los cambios medioambientales y climáticos, Finlandia innova aún más en materia de educación para el desarrollo sostenible.

“El debate actual a nivel nacional es saber cómo debemos expresar y abordar la tristeza, la ansiedad y la culpabilidad que experimentamos ante lo que sucede en el planeta antes de reaccionar de manera positiva”, afirmó Pinja, quien enseña a los docentes cómo expresar estos sentimientos entre ellos y de cara a sus alumnos.

“Los jóvenes, e inclusive sus docentes, no tienen en general la oportunidad ni la posibilidad de describir lo que sienten con respecto a los retos a nivel mundial. Es algo que tratamos de solucionar”, afirmó.

Maija, la coordinadora del proyecto, espera no sólo llevar el programa escolar a todas partes en el futuro, sino también recopilar comentarios más profundos por parte de los docentes y educandos, algo que permitirá perfeccionar más las soluciones. Todo dependerá de la financiación con la que podrán contar.

En un futuro inmediato, se prevé continuar el desarrollo del juego digital y la formación de docentes para que lo integren en sus actividades. También se espera crear nuevos talleres participativos para las escuelas (desde las escuelas primarias hasta la educación superior y profesional) en materia de clima, así como intercambiar prácticas idóneas a nivel mundial.