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La Conferencia Mundial de Educación Superior de la UNESCO hace un llamamiento a la transformación

WHEC 2022 conclusions

La Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior (WHEC2022), que reunió a 2.000 participantes de 139 países, dio un paso más para generar sistemas de educación superior más abiertos, inclusivos, equitativos y colaborativos, capaces de responder a la complejidad y los retos de nuestro tiempo.

En la clausura de la Conferencia, celebrada entre los días 18 y 20 de mayo en Barcelona (España), la Sra. Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, presentó una hoja de ruta titulada “Más allá de los límites: Nuevas formas de reinventar la educación superior”, en la que se exponen los principios clave y las transiciones necesarias para reorientar la educación superior en la próxima década.

Nuestro punto de partida es que la enseñanza superior es parte integrante del derecho a la educación y un bien público”, afirmó. “La transformación requiere un cambio de mentalidad para favorecer la cooperación sobre la competencia; la diversidad sobre la uniformidad, las vías flexibles sobre las tradicionalmente estructuradas; la apertura de miras sobre enfoques más elitistas”.

El documento se guía por dos marcos con plazos diferentes: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la iniciativa Futuros de la Educación con la mirada puesta en 2050.

Asimismo, establece los principios clave que deben orientar esta transformación y que abarcan la inclusión y la diversidad; la protección de la libertad académica; la integridad y la ética y el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social.

El documento señala las transiciones para favorecer enfoques más transdisciplinarios, flexibles y sostenibles del aprendizaje y el conocimiento que respondan a las necesidades de la sociedad, y que pongan la tecnología al servicio de la eficacia, el aprendizaje y la investigación.

Educar a los ciudadanos para que puedan abordar las distintas complejidades y moverse por estas es una de las misiones fundamentales de las universidades hoy en día”, afirmó la Sra. Giannini. “Esto exige vincular a las ciencias y las humanidades, promover la ciencia abierta e integrar diferentes sistemas de conocimiento”.

En los próximos meses se organizará una consulta en línea relativa a este documento, cuyo resultado servirá de base para la hoja de ruta global del ODS 4 que el Comité Directivo de Alto Nivel adoptará en noviembre.

Transformar la educación superior para la sostenibilidad mundial

Durante la conferencia, el Grupo de Expertos sobre las Universidades y la Agenda 2030, creado por la UNESCO y la Universidad de Bergen, presentó el informe “Acciones impulsadas por el conocimiento: Transformar la educación superior para la sostenibilidad mundial” (en inglés). Sus tres temas principales – superar los límites disciplinarios, promover una base de conocimientos verdaderamente global en favor de los ODS y ampliar las alianzas con la sociedad civil – fueron abordados a lo largo de la Conferencia.

 

La iniciativa Los futuros de la educación de la UNESCO subrayó el papel que desempeñan las universidades en la creación de un nuevo contrato social para la educación y el fomento de la sostenibilidad. En su mensaje, la Sra. Sahle-Work Zewde, de Etiopía, presidenta de la Comisión Internacional, subrayó la “necesidad de una nueva cultura de colaboración y cooperación dentro de las instituciones y entre estas [...] para crear y encontrar soluciones conjuntamente”. El profesor António Nóvoa, miembro de la Comisión, pronunció un emotivo discurso en el que advirtió de los peligros de la mercantilización y la estandarización. “Una de las tendencias más nocivas de las últimas décadas es la idea de que existe un modelo único de universidad determinado por clasificaciones uniformes que todos deben tratar de emular. Las universidades deben desarrollar sus propios proyectos basándose en sus historias, raíces y misiones. La estandarización global no es útil en la internacionalización de la cooperación, no crea oportunidades de movilidad de los estudiantes y docentes, ni sirve al objetivo de un mundo multicéntrico”.

Con miras a anticipar que la movilidad de los estudiantes pueda duplicarse durante esta década, la Conferencia instó a los países a que ratifiquen el Convención Mundial sobre Reconocimiento de Cualificaciones relativas a la Educación Superior, durante una sesión especial que reunió a los 14 países que ya la han ratificado. Suecia se convirtió en el decimoquinto país en ratificarla el último día de la Conferencia, dando un paso más hacia la obtención de los 20 países necesarios para que la Convención entre en vigor. En un testimonio conmovedor, Aisha Khurram, una estudiante de Afganistán que huyó de su país el año pasado hacia Alemania, pidió “a todos los Estados Miembros que piensen en los refugiados como personas con potencial, capacidades, esperanzas y aspiraciones, y que faciliten su acceso a la educación superior mediante la ratificación de la Convención Mundial para ayudarles a progresar y no sólo a sobrevivir”.

En su discurso de apertura de la Conferencia, la profesora Sylvia Schmelkes, de México, destacó la urgencia de la transformación para hacer frente al cambio climático y a las desigualdades. “El cambio siempre genera resistencia, pero hay que superar los obstáculos que impiden reforzar el impacto potencial de la educación superior en la sociedad en general, y poner en marcha transformaciones estructurales y culturales....  Como académica de la enseñanza superior y antigua dirigente universitaria, considero que se trata de un imperativo ético para todas las instituciones del ámbito de la educación superior”.

La Conferencia contó con la participación de ministros, académicos, investigadores, estudiantes, docentes, empresarios, miembros de la sociedad civil y el sector privado en más de 120 mesas redondas y eventos paralelos; 86 charlas sobre Educación Superior y 5 actividades dirigidas por jóvenes. Todas las sesiones están disponibles en línea en francés, inglés y español.