Historia

La COVID-19, una oportunidad para reinventarse, coinciden los artistas Natalia Cruz y Luis Sandoval en #Resiliart México

En México y en Perú, como ocurre en todo el mundo, el confinamiento por la pandemia ha puesto en peligro el futuro de proyectos artísticos. No obstante, los artistas buscan maneras de adaptarse a “la nueva realidad”.
La misión de este Primer Coloquio de Música y Contemporaneidad implementado como parte del programa 'Los Pinos Suenan', del Complejo Cultural Los Pinos -y que originalmente estaba pensado realizarse en julio y de manera presencial- es revelar que lo tradicional no está alejado de lo contemporáneo porque ambas corrientes se interpelan y complementan mutuamente, sobre todo dentro de la música que es una disciplina artística donde la conexión humana surge orgánicamente a través del sonido
Eduardo García Barrios, titular del Sistema Nacional de Fomento Musical

Tiene una voz profunda, como profundas son las raíces de la música que interpreta al lado de la banda “La Istmeña”.  La cantante Natalia Cruz, nacida en el istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, mantiene la tradición de la música zapoteca, una de las más manifestaciones musicales mexicanas más conocidas en el mundo. 

Con esa misma profundidad, la intérprete analiza, durante el Encuentro-Coloquio de Música Tradicional y Contemporaneidad organizado por la UNESCO y la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el impacto que ha tenido la pandemia de COVID-19 en el proyecto musical del que forma parte.

“Ha representado un reto, una prueba vital difícil de superar, pero no imposible; así como la oportunidad ideal para reinventarnos y replantear el camino asumiendo las nuevas realidades que la humanidad enfrentará a partir de ahora. Primero está el reto humano: el hecho de salvar y preservar la vida; porque algunos integrantes de nuestra agrupación nos contagiamos de Covid-19, a pesar de haber guardado todas las medidas sanitarias y de distanciamiento social”, señala la intérprete en entrevista.

Por su parte, Luis Sandoval, el fundador del Teatro Milenio (dedicado a la exploración y difusión de la música, la danza y el teatro de raíces afro-peruanas), explica que la cancelación de sus actividades durante estos meses ha significado la paralización de los procesos de investigación y un grave retroceso en lo económico, porque no logran generar ingresos para subsistir ni mantener su infraestructura.

Sin embargo, el originario del barrio La Coma, de Lima, afirma que han buscado adaptarse a la “nueva realidad” a través de algunas propuestas virtuales, aunque ninguna de éstas basta para sostener el proyecto. Aun así, se preparan para el futuro con ensayos y discusiones virtuales, creación de propuestas musicales y “danzarías como unipersonales”, que desarrollan de forma virtual, comparte el artista.

La situación de Teatro Milenio es similar a la que enfrentan “La istmeña” y Natalia Cruz. Como lo comenta la cantante oaxaqueña, las opciones para los proyectos artísticos seguirán siendo muy limitadas hasta que existan condiciones seguras para los artistas y para el público.

“Hemos tenido que adaptarnos a las nuevas herramientas del streaming y las plataformas digitales para seguir difundiendo nuestro trabajo; sin embargo, si de por sí el panorama es complicado para la música comercial, lo es todavía más para la música tradicional”, afirma Natalia Cruz.

“Primero está el reto humano: el hecho de salvar y preservar la vida”, afirma.

Sin embargo, este largo periodo de cuarentena ha impulsado procesos de intercambio musical bajo las condiciones de confinamiento, comentan los artistas reunidos por la iniciativa Contigo en la Distancia, de la Secretaría de Cultura.

“Definitivamente el medio es virtual, con muchas limitaciones, ya que no todos cuentan con la tecnología necesaria para generar resultados artísticos colectivos de calidad, así que con esas limitaciones debemos seguir produciendo colectivamente. La virtualidad, además nos da la posibilidad de intercambiar con artistas de otros lugares, eso es algo positivo”, dice el peruano.

Con él coincide la cantante oaxaqueña, quien destaca que iniciativas como la impulsada por el movimiento global Resliart de la UNESCO, son enriquecedores.

“Me parece que estos foros de discusión son muy enriquecedores porque nos permiten contraponer las diferentes formas de abordar la realidad, a partir de las circunstancias de cada músico, creador o agrupación, dependiendo de sus propios contextos. Así podemos, entre todos, encontrar alternativas o soluciones a problemas que ahora enfrenta nuestro gremio en todo el mundo. Temas centrales como la difusión y distribución de nuestro material, por ejemplo”.

Mire el primer Encuentro-Coloquio de Música Tradicional y Contemporaneidad

 

En el primer Encuentro-Coloquio de Música Tradicional y Contemporaneidad, celebrado el 18 de septiembre, participó también Eduardo García Barrios, titular del Sistema Nacional de Fomento Musical; Adriana Molano Arenas, Directora General del Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina (CRESPIAL), y Pablo Raphael de la Madrid, Director General de Promoción y Festivales Culturales, de la Secretaría de Cultura en México.

Durante este ejercicio, los artistas coincidieron en que el futuro para sus proyectos es incierto, pero no se dan por vencidos.

Teatro Milenio desarrolló algunas iniciativas artísticas para, como ha ocurrido en todo el mundo, usa el arte para acortar distancias, reconocer el esfuerzo de los servidores públicos que se encuentran en la línea directa de combate a la pandemia, y para promover la solidaridad.

“Hemos sido parte de varios de estos proyectos, nace pues un nuevo integrante en este proceso de creación virtual que es el editor, eso definitivamente genera una mirada especial, pero como escribía antes, la posibilidad de conocer otras expresiones musicales y compartir con ellas, aportan nuevos aprendizajes”.

El gran reto de Natalia Cruz y “La Istmeña” es preservar el estilo auténtico de ejecución del son istmeño, para que se pueda distinguir de otros estilos de sones mexicanos y apreciar y disfrutar en toda su riqueza, así como todos los otros géneros musicales que componen el cancionero tradicional istmeño. El otro gran reto es preservar la tradición de banda del Istmo de Tehuantepec, pues se está viendo amenazada por la influencia de música y estilos de banda de otras regiones del país. Del norte, específicamente.

De esta manera nace una propuesta ya en este nuevo siglo, un espectáculo que se titula Kimbafa y que muestra la vida en la ciudad y los barrios populares de lima, mostrando situaciones contadas con la musicalidad producto de esta mezcla intercultural.