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La voz para los jóvenes: una conversación en el Día Internacional de la Juventud

Foto: Siembra de árboles durante la celebración del pasado 5 de junio Día Internacional del Medio Ambiente. Jessica compartiendo esta experiencia con su pequeño hijo. Foto cortesía de Jessica Fernández.
El 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, fecha escogida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que desde 1999 nos convoca a situar en primer plano y ante la comunidad internacional los problemas de los jóvenes, y celebrar el potencial de la juventud como socios indispensables de la construcción de nuestra sociedad mundial. A nivel internacional, se celebran debates temáticos y campañas de información en todo el mundo, para lograr que tanto los Estados Miembros como el público en general comprendan las necesidades de los jóvenes, implementen políticas que les ayuden a superar los desafíos que enfrentan y les alienten a formar parte de los procesos de toma de decisión. La celebración en este 2021 tiene como tema central "Transformar los sistemas alimentarios: Innovación juvenil para la salud de los seres humanos y del planeta".
La mejor forma de acercarse a los jóvenes es darles voz. Por eso hoy desde la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO en La Habana hablamos con Jessica Fernández Casañas, una joven investigadora de la Dirección de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba, y que desde 2019 ha estado vinculada al trabajo de la Red de Jóvenes Caribeños ante el Cambio Climático, como punto focal cubana. 

Desde tu experiencia, ¿cómo interpretas el llamado a la juventud como actores del cambio?

Mucho se ha hablado y estudiado sobre el papel de las juventudes en la sociedad y como se necesitan más mecanismos de apoyo inclusivos que garanticen el bienestar de los jóvenes, reducir sus vulnerabilidades y lograr un papel más activo en la solución de problemas sociales. Por supuesto, el diálogo intergeneracional y la visión de los jóvenes como actores del cambio son premisas importantes para romper las barreras existentes y alcanzar la integración, así como un rol más activo de todos los jóvenes en la solución de los problemas y desafíos que hoy enfrenta la humanidad.

Esos fueron temas importantes que se abordaron en la III Escuela MOST de UNESCO que se realizó en La Habana en 2019 y en la que tuve el privilegio de participar. Desde el intercambio intergeneracional, pero principalmente de voces de jóvenes científicos y líderes, se hacía un llamado a empoderar a la juventud, brindarles las herramientas y oportunidades para crear, innovar y transformar la realidad ante la crisis climática y otros problemas ambientales. 

 

Considero que en nuestro contexto se ha logrado mucho en este sentido. De hecho, hay un número importante de grupos juveniles que, cada vez más, se comprometen desde el actuar responsable y acciones concretas con la solución de problemas ambientales y sociales. Hemos conocido a muchos en el trabajo con la Red de Jóvenes.

Desde la ciencia también existe un gran potencial, con jóvenes muy preparados y con resultados investigativos importantes, que aportan a los diferentes sectores del país, a entender y dar respuesta a problemas concretos.    

Es muy importante extender esta visión de los jóvenes comprometidos con el desarrollo sostenible, y continuar promoviendo espacios en los que nos preparemos más para afrontar los retos que nos está planteando el futuro.

Una de las áreas que en los últimos años más ha implicado la acción de los jóvenes es el enfrentamiento al cambio climático. ¿Cómo ha sido el involucramiento ante este importante reto que enfrenta toda la humanidad?

Las noticias de los últimos días comenzaron a reflejar parte de los resultados del reciente Informe del Panel Intergubenamental de Cambio Climático (IPCC), donde los científicos reafirman que se están observando cambios importantes en el clima de la Tierra, y las proyecciones indican que en las próximas décadas los cambios climáticos aumentarán en todas las regiones. 

Según los primeros reportes de este Sexto Informe, con un calentamiento global de 1,5 °C, se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías; mientras que con un calentamiento global de 2 °C los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la salud y la agricultura. A esto también han de sumarse otros cambios (por ejemplo: en la humedad, la sequía, los vientos, la nieve y el hielo, las zonas costeras y los océanos) que se van a comportar diferentes en las regiones. 

¿Pero cuál es el rol de los jóvenes ante este gran desafío global? Parte de los sustentos que motivó a la creación de la Red de Jóvenes Caribeños ante el Cambio Climático fue precisamente esto, organizar una Red de acción común que permita hacer frente a los desafíos climáticos, buscar las vías de solución a los problemas ambientales, sociales, económicos que se puedan generar debido a los impactos de este fenómeno y lograr la resiliencia. 

Es necesario sensibilizar y articular a los jóvenes de diferentes instituciones, redes y grupos para hacer un frente común multidisciplinario, desde el conocimiento teórico y empírico, pero con un importante impacto en las comunidades. Que los jóvenes seamos gestores y líderes de la acción climática, y que promovamos desde todos los espacios prácticas sostenibles y acciones que no comprometan el futuro. 

En tiempos de pandemia, nuevamente los jóvenes cubanos han demostrado su fuerza renovadora, sumándose al enfrentamiento en diversos campos de actuación. ¿Qué destacarías de lo vivido en los últimos meses?

Los jóvenes han tenido un desempeño admirable durante la pandemia de Covid-19, son innumerables las acciones que han realizado en el país, por ejemplo, en el apoyo en el enfrentamiento de la epidemia en centros de aislamiento y en las comunidades, la elaboración de las vacunas, la realización de labores productivas en sectores como la agricultura y los servicios, en la investigación y asistencia social, entre otras. Se ha demostrado que la juventud es un eslabón fundamental de nuestra sociedad.   

Sin embargo, la crisis generada por la pandemia ha impuesto muchos retos que debemos estudiar y buscar soluciones entre todos, y ahí también es deber de los jóvenes tener un rol protagónico. Es importante que desde este grupo social se promuevan prácticas sostenibles, la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, el uso más racional de los recursos naturales, para evitar enfermedades zoonóticas y otros problemas ambientales y sociales. Debemos ser parte de la recuperación verde. La oportunidad de construir un futuro mejor está en nuestras manos.