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Las voces de las y los jóvenes en el contexto de la COVID-19. Resumen del Seminario web regional n°12

El 16 de julio, la UNESCO junto al Grupo Regional de Educación América Latina y el Caribe realizó la décima sesión de la serie de seminarios web “No dejar a nadie atrás en tiempos de la pandemia de la COVID-19”. En esta oportunidad, el objetivo fue promover un espacio de discusión entre jóvenes de América Latina para reflexionar sobre el modo en que la crisis actual ha afectado sus las experiencias educativas, así como hablar de las transformaciones educativas que debiesen implementarse a corto y mediano plazo, considerando la necesidades y prioridades de las y los jóvenes de la región. El evento, se transmitió simultáneamente en las plataformas Zoom y YouTube reunió a más de 3.000 personas de 22 países.

Para este seminario la moderación estuvo a cargo de Saul Zenteno-Bueno del Grupo Principal de las Naciones Unidas para la Infancia y la Juventud, quien a lo largo de la sesión fue compartiendo reflexiones y haciéndole una serie de preguntas a los invitados: Priscila Pérez, Integrante de la Escuela de Liderazgo Político de Plan Internacional; Maria Alejandra Ferrer del Grupo Diferentemente Iguales; Daniel Cardozo, Representante de País del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores; Sofía Savoy, Representante Grupo META y Constanza Belén Huaquer Lepío, Representante de la Red CONCAUSA2030.

A la pregunta de Saul de ¿cómo es la educación ahora?, los jóvenes respondieron:

Sofi Savoy representante del Grupo META (Movimiento estamos tod@s en acción) contó que no ha podido continuar con sus estudios universitarios dado que no cuenta con los apoyos necesarios de accesibilidad por ser una persona con discapacidad visual. Para Priscila Pérez, ha sido difícil enfrentar la crisis porque muchos no tienen internet o tecnología para seguir los estudios. Indicó que la pandemia ha dado un giro de 360 a la educación, un desafío ha sido que los maestros no sabían manejar la tecnología y han tenido que adquirir estos conocimientos.

María Alejandra Ferrer, indicó que es una nueva situación que enfrentan como estudiantes y que por lo general en educación prevalece la interacción física y que los maestros no tienen las capacidades para dar clases virtuales. María es migrante y contó que no puede acceder a los contenidos digitales con su pasaporte. Indicó que es necesario adaptarnos a los contextos y que las necesidades de los y las jóvenes sean solventados para cumplir el derecho a la educación. Por su parte, Daniel Cardoso, de 16 años, lustrabotas de la terminal, indicó que para él la educación tienen varias fallas porque solo el 20% de población tiene acceso a internet, la educación no llega a todas las infancias como por ejemplo los indígenas. Comentó que no hay un acompañamiento real por parte de los docentes, ya que envían y reciben la tarea y videos pero no hay retroalimenta.

Constanza Belén Huaquer, está en el sur de Chile, donde todo el sistema educativo está cerrado. Indica que en la crisis los contenidos que se están recibiendo son solo teoría pero que hace falta la práctica. Otro problema es la falta de empatía, no nos damos cuenta de la cantidad de horas que pasamos frente al computador, se ha perdido el tiempo de relajarse y compartir con la familia. Para Constanza, no es lo mismo estudiar en una biblioteca que en un lugar con ruido como la casa.

La segunda pregunta fue ¿qué transformarían en la educación en los próximos 6 meses y en los próximos 5 años?

Priscilla, indicó que para ella es necesario que el gobierno incremente la financiación especialmente para las niñas, que son más vulnerables a la violencia. Para María Alejandra, es necesario que se capacite a los profesores para que se adapten a nuevos contextos y que, a largo plazo, los padres se involucren en la educación de sus hijos para apoyar el desarrollo del pensamiento crítico y otras habilidades para la vida.

Daniel, expresó que es necesario tener más en cuenta los cuidados que se deben tener por la crisis y garantizar un retorno seguro. Que los países tengan una base de cuanto se debe invertir por estudiante y que se revisen los planes educativos para que se adapten a la realidad y a los contextos que estamos viviendo. Para Sofía lo primordial es que se tenga en cuenta a las personas con discapacidad, tanto en los currículos como en los espacios de estudios y que se garanticen los apoyos necesarios.

Constanza indicó que hay que incluir a los jóvenes para que sean escuchados y se puedan hacer los cambios para la educación. Para ella actualmente no se asegura que los niños y jóvenes conozcan sus derechos, además de aprender sobre el pasado debemos tener los espacios para reflexionar sobre el presente.

La tercera pregunta de Saul se orientó para conversar sobre ¿cómo pueden las y los jóvenes participar en las propuestas educativas con perspectiva de poblaciones vulnerables?

Sofía, indicó que básicamente incorporándolos con las personas que tienen capacidad de decisión para que “nada de nosotres sin nosotres”, necesitamos las voces de las personas con discapacidad en los espacios de toma de decisiones, para seguir “la pelea”, tener la voz de quienes no pueden estar. Para Daniel una forma de influir en la toma de decisiones es a través de organizaciones estudiantiles. Para él la principal herramienta es la organización para “participar en los diálogos para que nos tengan en cuenta y mostrar lo que vemos”.

María Alejandra, comentó la necesidad de identificar, promover y fortalecer movimientos estudiantiles, hay jóvenes que quieren alzar su voz, pero no saben en qué espacios pueden hacerlo. Por su parte, Priscila, propone que, se abran grupos en las instituciones donde se puedan expresar las necesidades, para lograr un sistema educativo más inclusivo.

Constanza, considera que falta una verdadera participación estudiantil, que sean las y los jóvenes quienes levanten la voz para ser partícipes de los cambios, “pocas veces tenemos la posibilidad de ser escuchados, estamos abiertos a escuchar y buscaremos la forma de ser escuchados”.

Para el cierre Saul, hizo un llamado para que los tomadores de decisiones, los maestros y las familias sepan que las y los jóvenes están siempre dispuestos a participar y dejó el mensaje: “Pregúntennos que aquí estamos”.

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